Relato de cualquier sorprendente buen día

En Resumen: Hoy ha sido un gran día

Ya lo vaticinaba un mensaje aparecido en mi "Twitter" esta mañana: Había salido el sol. Diez grados a los ocho de la mañana. Todo apuntaba a que hoy iba a ser un gran día.

Hoy, segundo día del debate del estado de la ciudad de Logroño, es posible que muchos blogs se centren en este tema. Como seguro que de eso ya se ha escrito o se escribirá en las próximas jornadas,  como todo lo acontecido dentro seguro que está narrado y renarrado; he decidio escribir en lo acaecido más allá de aquella sala, compartiendo en algunos momentos el mismo espacio temporal o entrecruzándose sus protagonistas en el camino que les conducía a unos u otros tan diversos lugares.

Como cada mañana, nada más despertarme me he leído la prensa digital. Una ducha, unas llamadas devueltas , contestadiones a algunas entradas y comentarios de Facebook pendientes. Correo chequeado, leído y contestado. No queda café, habrá que comprar. Desayuno en el bar. Berlina, cortado y zumo. Estoy de exámenes: las vitaminas del zumo y la cafeína del café se hacen indispensables.

A la biblioteca. El libro necesario para proseguir mis estudios me espera allí. Stop: “Punto rojo”... de obligatoria consulta en sala .

Biblioteca de la Universidad de La Rioja

El resto de los múltiples apuntes se alojan en mi bolsillo, alojados en un simple en en el USB. Como necesito acceder a ellos, busco un ordenador del que enseguida dispongo. Necesito comparar el libro de la biblioteca con los apuntes para poder observar las modificaciones introducidas, disposiciones legales ampliadas o derogadas en esas normas autonómicas y estatales.

Todas las salas de informática de acceso a estudiantes de la Universidad de La Rioja tienen impresora. Es cierto que el alumno tiene que llevar sus propios folios; pero lo esencial es el medio que permite pasarlos a papel impreso. Por supuesto que hay que ser ecológicos y que hay muchos ecoinlógicos que lo imprimen todo, sin ningún tipo de criterio y de forma indiscriminada; tanto si sirve como si no sirve el material. Pero hay momentos en los que se hace necesario e inevitable imprimir los documentos a papel para poder utilizarlos adecuadamente.

Sede del Consejo de Estudiantes de la UR

De vuelta a la sala de estudio. Comparo el material y tomo algunas notas sobre ello. Posteriormente saco el manual y comienzo a estudiar. Una página, dos tres... cuarenta: un tema. Una página, dos, tres... diez... Hora de comer.

Por la tarde, retomo mis estudios. En cualquier caso, antes de regresar a casa tengo que acordarme de pasar por el Consejo de Estudiantes a consultar un asunto y por la Sala de Asociaciones ya que tengo que recoger los Estatutos de mi Asociación y la resolución en la que se indica que está aprobada y registrada.

En sólo cinco minutos resuelvo satisfactoriamente todos los asuntos.

Quedo con Jorge Rábanos que me cuenta que él también ha tenido un gran día. Me ayuda a diseñar mi blog y casi lo vuelvo loco con mis múltiples cambios de opinión en su diseño (Mil gracias, Jorge y mil disculpas por las molestias que te he generado). Me gusta todo y nada a la vez. Finalmente, una vez que consigo ponerme de acuerdo conmigo misma en lo que quiero, conseguimos ensamblar las diferentes opciones que se nos han ido pareciendo interesantes.

De vuelta a casa. Cenó, reorganizo los apuntes, veo un capítulo de cualquier serie alojada en el disco duro reproductor. Mi blog me espera y hoy, por fin, tengo claro sobre qué y el qué debo versar y contar esta nueva entrada del blog.

Y esté post es el resultado de ello

Atención Spoiler: Todo es mentira.

Hoy ha sido un día de perros por la ineptitud, incapacidad, falta de diligencia y criterio de muchos. O igual todo, todo no es mentira y en esa falta de certeza reside la sorpresa. Por el momento, no voy a desvelar esa sorpresa que a todos los estudiantes de la Universidad les espera a lo largo de los próximos días. No voy a destripar “la película” ya que le quitaría su emoción... Eso o que hoy decido optar por morderme la lengua para no acabar enfadándome y discutiendo con el mundo entero.