jueves, julio 19, 2012

Flop!, te necesito

Flop!, te necesito


Fue en el mes de enero de 2003 cuando por primera vez decidí comenzar a escribir un blog. Entonces, incluso algunos las llamabamos bitácoras y muy poca gente tenía una.

Por aquel entonces, recuerdo que aquel blog siempre permaneció oculto, que ese espacio era mi espacio y quería que sólo fuera mío, que nadie lo leyera (aunque flop!, por una casualidad del destino, reparó en él). Escribía por necesidad, como si esas letras corrieran por mis venas; me ardieran en ellas y tuviera la necesidad de sacarlas, una necesidad que algunos experimentamos; de que vivieran por si mismas aunque lejos de los ojos de los demás.

Y flop! ; alguien con quién compartía pocos ideales, dicho sea de paso, pero con quién a menudo debatía sobre sus ideas y las mías; me ayudó a hacer más bonito aquel lugar y a darme ese espacio oculto a los demás. Incluso me ayudó a protegerlo advertiendome de como alejarlo de los ojos de extraños.

Hoy echo en falta aquello. Hoy tengo la necesidad de escribir para no ser leída, de dejar que esas letras fluyan. Escribir por la pura necesidad de escribir.

Puede que, de esa forma, fuera más sencillo afrontar y enfrentarme a algunos de mis miedos; miedos, muchos de ellos, que cuando alguien, sin querer me recuerdan de la forma posiblemente menos consciente, más tonta; explotan en un torrente doloroso y, a veces, desmedido.

Así que hoy me he acordado de ti, Flop! , te necesito!



domingo, julio 15, 2012

Crash

Crash 

Un día cualquiera, nos regalan o adquirimos o nos encontramos un juguete.

El tiempo y el uso lo va desgastando y erosionando. Puede que, hasta que no advertimos alguna alerta de su deterioro no seamos conscientes de lo que ese uso, por muy delicado o bueno que sea o creamos que es, está repercutiéndo a ese juguete. Pero cuando las primeras pequeñas fisuras aparecen en él, comenzamos a advertir lo que está ocurriendo y que su final puede estar precipitándose, tan rápido y tan despacio, como nosotros queramos, como nosotros empecemos a tratarlo.

Es obvio que, desde ese momento, podemos optar por mantener el trato que hasta ahora había infringido en él, también podemos elegir empeorarlo para poder reemplazarlo por otro cuanto antes o, simplemente lo cuidamos porque preferimos conservarlo. Y es ahí dónde se demuestra cuán importante es para nosotros.

Y si optamos por seguir usándolo del mismo modo, si optamos por no cuidarlo y por ignorar esas fisuras que hemos advertido; es lógico que algún día se romperá. Y lo que está claro es que el dia que definitivamente haga "crash", no podremos echarnos las manos a la cabeza porque en nuestra mano estuvo conservarlo y cuidarlo y, por el contrario, no lo hicimos y preferimos seguir jugando con él aún conociendo a lo que con ello lo exponíamos. Y llegado ese día, por mucho que lo lamentemos, que nos duela, que lo sintamos... el juguete ya estará roto y ya no habrá vuelta atrás.

jueves, junio 28, 2012

Decepción



Tengo un amigo al que siempre le han dicho que tiene el nivel de dolor muy alto. Él siempre lo achaca a que, cuando era pequeño, se peleaba tanto con su hermano mayor que se acostumbro a ello.

A mi, de un tiempo a esta parte, me empieza a ocurrir lo mismo con mi nivel de decepción. De un tiempo a esta parte; y de quiénes no me lo esperaba, de algunos que se autoproclamaban, a bombo y platillo, amigos; me han decepcionado tanto y tantas veces, tantos días, que ya mi nivel de decepción es tan alto que a penas duele cuando lo consiguen...

lunes, mayo 07, 2012

Y es que a veces; va un día; deja de llover y sale el sol. 

No tengo mucha confianza en que esto se mantenga; pero intentaré creer que es eterno.

...son aquellas pequeñas cosas...

miércoles, febrero 15, 2012

Carpe diem

Estoy aquí. Estoy allá. ¿Qué hago aquí?
Recuerdo. Olvido con facilidad.
Olvido cuando no debo olvidar.