Reordenada habitación

Reordenada habitación

Revolviendo entre cajas recordé haber vivido ya esto. Y revolviendo en este lugar, encontré esto.

Y reviví aquellos momentos buscando un paralelismo entre las cosas y sólo y tan sólo, ese 20% que finalmente no acabó en un trastero empaquetado, estaban aquí. Pero no había más.

Y reviví aquellos momentos buscando un paralelismo entre aquellos sentimientos pero no los hallé.

Posiblemente porque en este momento me encuentre empaquetando de nuevo aquellos recuerdos, temo que sólo esos recuerdos. Recuerdos riojanos, recuerdos logroñeses que volverán a cambiar de sitio. Que pasaron de allí a aquí y que tras un tiempo volverán a regresar allí, de dónde posiblemente nunca debieron salir.

Hace más de año y medio no tomé la mejor elección y ahora, aunque el momento sea complejo, convulso  y posiblemente no sea el mejor, toca subsanar el error.

Igual algún día echo en falta todo esto, más no lo creo. De lo que estoy segura es de que echaré en falta esa parte de mi salud que esto fue, al principio, paulatinamente desgastando, para, posteriormente, erosionar a pasos agigantados.

Tampoco sería justo decir que todo fue malo pero dos pilares no son suficientes para sostener nada. Y aunque esos dos pilares fueron un gran apoyo y yo una gran carga para ellos, no son suficientes para mantener tanto peso y, menos aún, bajo un terreno embarrado y no cimentado.

No fue la mejor elección; pero he aprendido mucho, no suficiente porque nunca es suficiente; pero si lo bastante como para saber que cualquier tiempo pasado fue mejor.

No sé cuál será el futuro que el tiempo me depara pero, sea cual sea, creo que será mejor.

El final no es sino el comienzo de nuevas experiencias e historias que, aletargadas, esperaban para ser vividas. Y yo quiero vivirlas a tope; quiero vivirlas, otra vez, con ilusión, ganas y, por supuesto,  con una sonrisa, de nuevo, dibujada en mi cara :-)