miércoles, julio 31, 2013

ACOSO

 ACOSO

Hoy no voy a escribir una entrada en este blog, simplemente voy a citar un párrafo extraídode otro blog (http://granadablogs.com/elimperiodelaley).

 ¿Por qué hago esto? Porque este tipo de situaciones las hemos podido observar, a veces confundir, incluso las hemos podido padecer o las han podido sufrir personas que nos rodean. Hay múltiples maltratadores y acosadores escondidos tras diversas máscaras o múltiples sonrisas y ya va siendo hora de romper sus máscaras, de descubrirlos y, por supuesto, de parar sus pies, ayudar a la víctima y no consentir los actos del maltratador y acosador

Hoy no voy a escribir más. Pero prometo que, más adelante, lo haré.



Como recuerda la Audiencia Provincial de Vizcaya[8], el llamado acoso moral conocido como “mobbing”, es una expresión acuñada por un profesor de la Universidad de Estocolmo que lo definió como “una situación de hostigamiento que sufre un trabajador sobre el que se ejercen conductas de violencia psicológica de forma prolongada y que le conducen al extrañamiento social en el marco laboral, le causan enfermedades psicosomáticas y estados de ansiedad y, en ocasiones, provocan que abandone el empleo al no poder soportar el estrés a que se encuentra sometido”.


 El término anglosajón “mobbing” procede del sustantivo “mob”, que significa multitud excitada que rodea o asedia a alguien o algo, tanto de forma amistosa como hostil, y engloba las conductas constitutivas de acoso moral y acoso psicológico.
 Teniendo en cuenta las numerosas definiciones de “mobbing”, podría calificarse como aquella conducta no deseada que tiene lugar en un entorno laboral y cuyo objetivo es atentar contra la dignidad de una persona, creándose así un ambiente intimidatorio, humillante y ofensivo para ella, de forma habitual y reiterada hasta provocar situaciones de “psicoterror laboral”[9].
 Como indica la Audiencia Provincial de Madrid[10], el “mobbing” es un proceso de destrucción que se compone de una serie de actuaciones hostiles que, tomadas de forma aislada podrían parecer anodinas, pero cuya repetición constante tiene efectos perniciosos.
 Se describe, por tanto, el fenómeno como una conducta hostil o intimidatoria que se practica hacia un trabajador desde una posición jerárquica superior o desde un grupo de iguales hacia los que éste mantiene una subordinación de hecho. Dicha conducta hostil es reiterativa y persistente en el tiempo, llegando a adoptar métodos de influencia muy diversos, que van desde la infravaloración de las capacidades del trabajador, asignándole tareas sin sentido, haciéndole el vacío, ninguneándole, pasando por la ocultación de información o el trato vejatorio.

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