domingo, julio 31, 2011

Cartas desde el eterno invierno

Foto F. Comillas. Fuente: F. Comillas
Llevo cerca de dos meses en Comillas y, tengo que reconocer que, para ser invierno, la verdad es que no está haciendo tan mal tiempo aquí. Es más, ya he conseguido llegar a vislumbrar, por unos instante, la forma que tiene el Sol; cómo será el Sol el día en que, por fin, se decida a llegar el verano.

Estos casi sesenta primeros días pasados en tierras cántabras se me hacen extraños. Han pasado, si echo la vista atrás desde la distancia, en un abrir y cerrar de ojos y, durante ellos, han ocurrido múltiples cosas que ya forman parte de un saco lleno de pasado. Mejores, las más, y peores, algunas, que finalmente se han ido trasformando y reconduciendo hasta tornarse en las primeras.

Hace tiempo que mi blog merecía una entrada como ésta pero por esa extraña huida de hablar de mi misma, de mi vida y de mis cosas, la he estado evitando hasta ahora. Sin embargo es absurdo porque, si tengo un blog ¿De qué puedo hablar en él si no es, efectivamente, de mi vida? Decía Lucía Etxebarria "Los escritores  somos vámpiros de vidas ajenas" pero, yo no llego al calibre de escritora y además, me queda muy lejos. Soy una blogguista aficionada y, por ello, por mucho que me empeñe en rehuirlo y me dé vergüenza, debo escribir sobre mi vida.

Bandera de La Rioja
Sin embargo, por mucho que sepa cuál es el futuro que algún día le espera a mi blog, que un día las narraciones de "MI VIDA" serán pertinentes y necesarias y mi blog y yo las sufriremos a la par, ese día aún no ha llegado. Porque esta entrada en el blog no es para mí, sino para quienes han contribuido a hacer más fáciles y llenar de "mejores" mis días aquí. Para quienes me han ayudado a caminar y respirar este aire. Para quienes han "capeado" a mi lado mis malos momentos. 



Para quienes me han enseñado a hablar inglés y entender el francés. O me han prestado una vela en la oscuridad de cualquier cueva. Para quienes me han tendido una mano desde el primer día y me han dado de beber (cerveza y grande, of course) en mitad del camino. Es para aquellos con quienes he compartido episodios de series como "Sin Rastro" y películas en VOS e incluso me han hecho ver que una camisa rosa (por mucho que gruña) no es tan fea ni me queda tan mal. O "han montado un circo" o me han llevado a él para lograr entretenerme. E incluso a quienes han roto cualquier juguete.

Porque todo eso no es SÓLO algo que ha pasado, porque todo eso es ANTE TODO un inmenso MIL GRACIAS.


Y es que el pasado no es un montón de cosas ocurridas que tuvieron lugar en un momento dado y ya no existen ni importan. El pasado está ahí, en todo momento, para recordarnos algo que fue y que puede seguir siendo. El pasado son recuerdos, sobretodo es aprendizaje y sabiduría que nos ayuda a caminar en el devenir de nuestras vidas. Y he aprendido mucho... ya, hasta sé que cuando echo en falta La Rioja, La Rioja la tengo al alcance de mi mano.

Sé que a veces puede sonar ingrato que me acuerde tanto de La Rioja aunque, de verdad, creedme que no lo es; pero es que "La Rioja es La Rioja" y el #ser_riojano lleva aparejado, entre otros, que no sepamos salir de casa sin nuestra bandera y que a todos (o casi todos) se nos llene la boca diciendo "soy de La Rioja" y hablando de La Rioja. Y es que somos así, como muy acertadamente dice ese slogam institucional, "HACEMOS BANDERA DE NUESTRA TIERRA". Aunque, no por ello, dejamos de saber apreciar y agradecer lo demás.


Así que, RIOJANA DE PURA CEPA... y CÁNTABRA y COMILLANA (corrígeme si de nuevo me equivoco,  Pedro), gracias a vosotros y mientras me dejéis, DE ADOPCIÓN.
Campaña institucional del día de La Rioja

1 comentario:

  1. Me alegro de que te vaya tan bien Maru.
    Disfruta de la experiencia y como no, ¡¡¡ Viva La Rioja !!!

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