domingo, julio 15, 2012

Crash

Crash 

Un día cualquiera, nos regalan o adquirimos o nos encontramos un juguete.

El tiempo y el uso lo va desgastando y erosionando. Puede que, hasta que no advertimos alguna alerta de su deterioro no seamos conscientes de lo que ese uso, por muy delicado o bueno que sea o creamos que es, está repercutiéndo a ese juguete. Pero cuando las primeras pequeñas fisuras aparecen en él, comenzamos a advertir lo que está ocurriendo y que su final puede estar precipitándose, tan rápido y tan despacio, como nosotros queramos, como nosotros empecemos a tratarlo.

Es obvio que, desde ese momento, podemos optar por mantener el trato que hasta ahora había infringido en él, también podemos elegir empeorarlo para poder reemplazarlo por otro cuanto antes o, simplemente lo cuidamos porque preferimos conservarlo. Y es ahí dónde se demuestra cuán importante es para nosotros.

Y si optamos por seguir usándolo del mismo modo, si optamos por no cuidarlo y por ignorar esas fisuras que hemos advertido; es lógico que algún día se romperá. Y lo que está claro es que el dia que definitivamente haga "crash", no podremos echarnos las manos a la cabeza porque en nuestra mano estuvo conservarlo y cuidarlo y, por el contrario, no lo hicimos y preferimos seguir jugando con él aún conociendo a lo que con ello lo exponíamos. Y llegado ese día, por mucho que lo lamentemos, que nos duela, que lo sintamos... el juguete ya estará roto y ya no habrá vuelta atrás.

1 comentario:

  1. No sé cual es tu juguete estropeado, pero si solo sirve para adorno, es mejor utilizar otro. No hace falta tirar el viejo, lo puedes conservar como recuerdo para saber como no debes tratar al nuevo.
    Esto se puede aplicar a todo lo que nos rodea, sea juguete o no. Llega un momento en que lo que no tiene utilidad, se debe reemplazar y si es por nuestro mal uso, debemos aprender a no caer en el mismo error.
    Besos prima

    ResponderEliminar